Hombre leyendo código QR

Allí estaba yo con mi mascarilla en el bar de abajo, esperando que me traigan La Primera, esa birra fresquita al sol, que tanto tiempo llevaba esperando. Mientras llegaba cacé el código QR que había pegado en la mesa, siendo consciente del cambio de tiempos y la ausencia de la figura del camarero. Parece que se han acabado las recomendaciones y ese trato cercano que tanto nos gustaba, pero se abre un nuevo camino comunicativo. ¿Y cómo es el QR perfecto?

Leía cada línea de la carta y pensaba en el potencial de aquella herramienta, que sea audiovisual, es lo mejor que podía pasarnos, sobre todo a mi gremio. Ya que cuando voy a pedir, reviso desde los espacios hasta la tipografía elegida, pero esto es el siguiente nivel, es una experiencia inversiva aún mayor de posibilidades infinitas.

Puedes explicar cada detalle del plato, poner un vídeo corto del cocinero explicando algún detalle de la receta, de la salsa… Además del avance que supone no usar papel. 

Entre todo esto llegó mi cerveza, y en lo que salía de mi mundo interior encargué algún plato, siendo consciente de que a partir de ahora tenemos una nueva necesidad. La obligación de entrar desde mi móvil a la parte digital de tu establecimiento, por lo que esa ventana entre cliente/empresa ha de ser aprovechada. Un nuevo nicho de mercado, podemos verlo como una extensión del  branding o una parte de tu web transformada en carta. Las posibilidades se vuelven infinitas…

El QR PERFECTO: QUÉ DEBE CONTENER

Me llegaron lo que pedí y mientras comía, pensaba cómo sería para mí un QR perfecto:

  • Entrar y ver un vídeo corporativo sobre lo que me ofrecen, alternado con los modos de preparación, detalles del servicio y algún cliente contento.
  • Seguido de una carta “viva” con recomendaciones, animaciones, etc. Tener más información sobre los platos, ingredientes, alérgenos, el origen del producto.
  • Tener un “timing” para preguntar al cliente tras pagar la cuenta, si desea dejar su opinión / datos / seguirlo en alguna red social… Con el objetivo de crear una base de datos para enviar promociones y descuentos.

Terminando de comer, delimitaba la idea en rasgos más generales… la digitalización de tu negocio puede hacer al cliente más partícipe de lo que va a degustar, logrando una experiencia más cercana e inmersiva  y al mismo tiempo preocupándote por cuidarlo, formando un vínculo.

En mi humilde opinión la era del papel terminó, avanzamos hacia un horizonte verde en el que cada vez se recicla más, por lo que al final, nunca hubo mal que por bien no venga 🙂 

¡Ah! Y si no tienes ni idea de lo que hablaba, hay unas subvenciones muy interesantes de la Junta de Andalucía para hacer parte de lo que cuento y conseguir el QR perfecto, pregunta en Terceto, que tengo unos compañeros “to apañaos” que te ayudan fijo, y quizá, consigas atraer a parte de esa clientela perdida.