
Decir que se está rescatando el packaging vintage y el diseño que se llevaba a cabo entre primeros y mediados del siglo pasado no es nada nuevo, ya llevamos tiempo viendo que la tendencia vintage inunda nuestras vidas por doquier.
Será, suponemos, la parte emocional la que se encargue de que al ver una cajita vintage nos entre un sentimiento de añoranza que haga que ese olor a añejo, ese aspecto desgastado, nos parezca de lo más bonito.
Claro está que conseguir este aspecto, sin que el packaging sea realmente antiguo, no siempre es facil y, por supuesto, no siempre se consigue. Hay aspectos que el diseño nunca va a ser capaz de reflejar tan bien como el paso del tiempo, ya que por mucho que queramos, esa corrosión en el metal no se consigue por muchos pinceles que se usen.
Hay envases del pasado siglo que permanecen grabados a fuego en nuestra retina, y es que quién no tiene en su memoria las primeras botellas de Coca Cola, las latas de Sopa Campbell o los paquetes de Kellog`s, convertidos en imágenes icónicas de este tiempo y de estas marcas.
Cuando nos entra la nostalgia, o si queremos simplemente inspirarnos para realizar algún diseño inspirado en estos estupendos paquetes, no tenemos más que sumergirnos en páginas como Pinterest, donde este tipo de diseños nos inundan y podemos pasar las horas muertas inmersos entre packagings, trasladándonos en el tiempo y disfrutando.
Y aunque no es fácil conseguir este tipo de aire en el diseño, hay packagings actuales verdaderamente geniales que conservan toda esa esencia, como por ejemplo el packaging español de Chocolates Pedro Mayo, que se llevó un premio de plata en los pasados Pentawards, los premios al packaging más prestigiosos del mundo, que premian y ponen en valor la calidad creativa.