
¿Alguien pensó que no había matemáticas detrás de los logotipos? Nada más lejos de la realidad. Para muchos es conocida la famosa sección áurea, o conocida también como proporción divina. Ésta se encuentra en multitud de formaciones de la naturaleza, desde la forma del caparazón de un caracol, hasta la manera en que crecen las flores. Todo está regido por proporciones áureas que hacen que su belleza sea intrínseca y ordenada.
Pero estas matemáticas no solo las encontramos solo en la naturaleza, desde luego. Desde hace siglos, pintores como Velázquez, Durero, Leonardo DaVinci, Dalí y muchos otros se han valido de esta proporción para la creación de sus obras de arte. La razón es sencilla, esta mágica espiral se utiliza como señal de concordancia ante los principios de crecimiento y dinamismo en las formas de la naturaleza.
Hoy en día esto se ha trasladado a la expresión de creatividad actual, como pueden ser los logotipos. En su gran mayoría, un buen logotipo no está regido única y exclusivamente por cuestión estética o capricho del diseñador, si no que estos se rigen por una serie de combinaciones geométricas, proporciones áureas o cualquier tipo de cuadrícula que le proporciona al logo un equilibrio gracias al cual, aunque no sepamos porqué a primera vista, nos parece bonito o atractivo.
El diseñador rumano, Florian Popescu, ha publicado un proyecto en su red de Behance, en el que se ha propuesto analizar y examinar algunos de los más famosos logotipos de la actualidad, y las matemáticas existentes detrás de ellos. Él mismo reconoce que «Algunos de ellos fueron fáciles de descifrar, otros fueron completamente monstruosos, pero lo más importante que aprendí es que en el diseño, la belleza a menudo se coordina mediante ajustes cuidadosamente planificados y principios eternos».
Os dejamos con algunas de las imágenes analizadas para que flipéis con el trabajo que puede haber detrás de un (nada) simple logotipo.