El origen de las marcas. Parte II

Lo prometido es deuda y ya tenemos por aquí la segunda entrega de “el origen de las marcas”.
En la primera parte descubrimos de dónde venía el nombre de algunas marcas muy conocidas como Zara, Adidas, Asos o Puleva.
Veamos cuáles conoceremos en esta segunda parte.

hotmail

Hotmail

Empecemos por una muy tonta, pero de la cuál nunca me había fijado en el origen de su marca.
Se trata de hotmail, esa cuenta de correo que la mayoría de las personas usan como alternativa a su cuenta principal y en la que tienen cientos y cientos de correos spam. ¿Sabéis de lo que os hablo verdad?.
Pues bien, hotmail nace realmente de la siglas HTML (programadores, ¿os suena?). Para los que no, HTML es un lenguaje con el que los programadores crean las páginas webs. 
A partir de esto, ¡solo había que comprar varias vocales para hacerlo más sonoro!

coca cola

Coca Cola

La mayoría conoceréis el significado y procedencia de su nombre, pero no está de más recordarlo.
La Coca Cola, apareció en 1886, y se vendía en las farmacias como un tónico que paliaba la fatiga, la depresión o el dolor de cabeza. Estaba compuesta por una serie de ingredientes, entre los que destacaban la hoja de coca y la nuez de cola.
Ahora, solo tenéis que atar cabos. 

eroski

Eroski

¡Vamos a aprender hasta idiomas! ¿Sabías que el origen de las marcas Eroski viene del euskera?, ¿si verdad?, claro, suena tal cual.
En concreto proviene de la contracción de dos palabras: erosi, que significa comprar, y toki, que significa lugar.
Vamos, que no se calentaron mucho la cabeza. Aunque bueno, en castellano no hubiese sonado tan bien.

apple

Apple

¡Y terminamos a lo grande!
Mucho se ha hablado de la procedencia del nombre de esta archiconocida marca. Que si era la manzana que se le cayó a Newton, que si el fruto prohibido que mordió Eva… Pero nada más lejos de teorías extrañas, según cuenta el propia Steve Jobs en su biografía, el nombre de apple se le ocurrió un día en su huerto. Le sonaba divertido y con fuerza, además de bastante amable. Y a él, ¡le encantaban las manzanas!. Así que, ¿por qué no llamar a su empresa así?. Este Jobs… ¡genio hasta inconscientemente!

Y con esto doy por concluida la segunda parte de el origen de las marcas. Espero que hayáis aprendido un poquito más, y si habrá terce(t)a parte… ¡el tiempo lo dirá! 🙂