
[vc_row][vc_column][vc_column_text]El color es una de las primeras cosas que, sin darnos cuenta, nos llama la atención y vamos descubriendo poco a poco. Es un campo muy amplio y existen multitud de estudios que lo intentan definir. Son muchos los significados que tiene cada color, unos nos estimulan unas sensaciones y otros otras, los hay cálidos, fríos, suaves o fuertes… pero hoy vamos a intentar acercarnos a la parte más técnica, por así decirlo.
Y es que, una vez tenemos el diseño listo y con el visto bueno del cliente, deseoso en muchos casos de poder tener el resultado tangible, se abre un proceso que a priori parece muy simple pero que en el fondo conlleva muchos detalles a tener en cuenta, y es que no es sólo darle al botón de imprimir.
Para empezar, hay algo que deberíamos todos de tener claro, nunca un mismo color en pantalla va a tener la misma presencia al ser impreso sobre papel, o cualquier otro material.
¿Por qué pasa esto? Porque el color es algo que depende de la luz, es una propiedad que poseen todos los materiales y es una respuesta psicológica del ser humano. Una silla en la terraza de tu casa no la percibes del mismo color que esa misma silla dentro del salón, pero ésta no ha cambiado sus propiedades intrínsecas. Y todo por la luz que ésta refleja.
Las luces fundamentales son conocidas como RGB, que son las iniciales en inglés de los colores rojo, verde y azul. Éstos osn los tres colores luz primarios y son los que forman los colores que percibimos en pantalla. Aún así, un mismo diseño en tu pantalla es difícil que se vea igual en la mía.
Cuando queremos que el diseño salga de la pantalla, antes tenemos que convertirlo a otro modelo de color. El CMYK son las cuatro tintas básicas que se utilizan en imprenta (cyan, magenta, amarillo y negro) y de las que podemos obtener una gran gama de colores imprimibles. En esta conversión perdemos contraste y luminosidad, por lo que generalmente obtenemos colores más apagados.
Para no tener sorpresas en nuestras impresiones, lo óptimo es trabajar con alguna carta de color, dónde podemos ver el resultado que obtendremos en imprenta. La más conocida es la carta de color Pantone®, lo que denominamos técnicamente como tintas planas, y que es tan popular que hasta la moda suele regirse por el color Pantone de cada año. El color del 2016 es el Azul Serenity junto con el Rosa Quartz , así que ¡estamos al tanto!