Marketing emocional. Vender a través de las emociones

¿Quién no ha visto en televisión alguna vez un anuncio que toque la vena sensible del espectador, o que transmite una sensación de euforia o incluso nostalgia? Si nos paramos a analizar estos productos que publicitan, sus características o su precio, nos damos cuenta de que no sabemos nada acerca de esto y es en este factor en lo que consiste el marketing emocional. Se busca emocionar al consumidor y crear vínculos afectivos con éste antes que destacar una ventaja de su producto frente a los de la competencia.

Podemos decir que esta técnica es una disciplina dentro del Marketing que, a través de una estrategia y su contenido las marcas logran crear un nexo afectivo y emocional. Este tipo de  estrategia de marketing no solo busca crear un sentimiento positivo como el amor o la felicidad, sino también transmitir emociones negativas como el miedo o el ego entre otras. Un ejemplo de esto podría ser  el de compañías de seguros o el de productos farmacéuticos, donde el miedo crea esa necesidad de protegerse y comprar el seguro de vida o el complejo vitamínico que anuncian.

También es frecuente ver infinidad de marcas que buscan el ego de las personas que aspiran a un estatus y el pertenecer a un grupo social que se identifica por tener gustos sofisticados. Es el caso de Louis Vuitton, que aplica una estrategia de marketing emocional ofreciendo un producto sofisticado, diseñando tiendas de suma elegancia, productos exclusivos y publicidad que muestra un producto para personas elegantes, sofisticadas.

Otro claro ejemplo de este tipo de estrategias son las lovemarks, son todas las marcas que han conseguido humanizar sus valores, empatizando con el cliente mediante imágenes o casos reales que pueden llegar a “conectar” con el usuario, consumidor o cliente a través de emociones. Unos ejemplos muy conocidos de lovemarks son Apple o Coca-Cola.

El marketing emocional, es por tanto, una estrategia que pretende desarrollar las actitudes de la empresa con el fin de encontrar un vínculo afectivo duradero con sus clientes, para que estos sientan la marca como algo propio y necesiten contribuir a su crecimiento y supervivencia.

Desde Terceto trabajamos por dejar esa huella en el consumidor generando este tipo de sensaciones basadas en el placer y el bienestar, acompañando al nuestros clientes en momentos y situaciones únicas.