
Hoy desde Terceto os queremos acercar al apasionante mundo de la infografía. A groso modo, una infografía es una combinación de texto, imágenes y datos que hacen más simple la información que se quiere transmitir al receptor, comunicándola de una forma visual y atractiva.
De éste modo, podemos encontrarnos desde infografías que nos explican cómo montar un mueble, hasta infografías que nos presentan la trayectoria de alguien o nos intentan explicar noticias que son difíciles de entender sólo con texto o fotografías.
Según Edwar Tufte, profesor emérito de la Universidad de Yale y autor, entre otras, de varias publicaciones sobre visualización de información cuantitativa, “los elementos gráficos de un diseño que no comuniquen información específica son superfluos y se deben omitir”. Así llegamos a una de las premisas que debemos tener en cuenta a la hora de realizar una infografía, y es que el fin de ésta es principalmente trasladar la información de una forma sencilla, ya que la máxima simplificación será una garantía para el entendimiento de ésta.
Pero aunque la simplicidad nos facilite el entendimiento, nunca debemos descuidar la parte gráfica, ya que es ésta la que nos va a ayudar a hacerla realmente atractiva para el lector, atrapándolo en ella y sumergiéndolo en el flujo de la información. Por otro lado es muy importante tener en cuenta a quién va destinada nuestra infografía, para saber cómo abordarla y poder llegar al público al que nos dirigimos, y es que no es lo mismo explicar a un niño el proceso de la fotosíntesis, que hacer entender a un lector genérico el resultado de unas elecciones, por ejemplo.
Otra de las claves a considerar para que una infografía cumpla su función, es la presentación ordenada de la información, ya que una buena organización permite que un sistema complejo de datos parezca sencillo. Por lo general una infografía trata de explicar algo concreto, pero para ésto muchas veces tenemos que apoyarnos en datos que nos facilite la comprensión de la información. A estos datos “secundarios” se les denomina “satélites” y una buena organización en la composición de éstos nos va a permitir que la infografía sea más fácil de entender.
Hoy en día existen en el mundo varios infografistas de primer nivel. En España tenemos la suerte de contar con algunos de ellos, como Fernando Baptista, un bilbaíno que lleva años trabajando para National Geographic realizando espectaculares infografías como la que dedicó a la cúpula de Brunelleschi.

Mucho que aprender de maestros como éste, y mucho que descubrir dentro del mundo infográfico, dónde la variedad gráfica, compositiva y explicativa no paran nunca de sorprendernos.