Desde que se ha abierto la veda de las páginas web y de las redes sociales, entre las que incluyo esa arma de destrucción masiva llamado WhatsApp, resulta que todo el mundo sabe comunicar. Todo el mundo sabe diseñar, todo el mundo sabe de fotos, todo el mundo es Comunity Manager, todo el mundo sabe escribir… pero es que comunicar es como contar un chiste, no todo el mundo sabe hacerlo.
Hay quien posee un talento especial, un don innato para comunicar o para contar un chiste… ¡o para ambas cosas! Estas personas pueden con lo que le eches y sí, son capaces de comunicar y tener arte y gracia sin hacer un gran esfuerzo.
Pero es que hay otras personas que están negadas para una y otra cosa… ¡o para las dos! Puede que, con la pertinente formación, lleguen a perfeccionar técnicas de escritura y de oratoria, aprendan a llegar al público en redes sociales y suban un material de calidad, con buenos diseños, previa formación también. Igual que el/la momologuista o el/la cuenta chistes, que también puede recibir clases de oratoria, expresión y estudiar chascarrillos.
Pero si no se está ni el primer, ni en el segundo caso (en el que el profesional se forma), por favor, ¡aléjense de cualquier instrumento de comunicación y absténganse de contar chistes!
Ya centrados en el aspecto de la comunicación, me vienen a la cabeza dos ejemplos populares de personas que no estudiaron, en un principio, nada relacionado con la comunicación, pero que, sin embargo se han convertido en grandes comunicadores (aunque no todo el mundo comulgue con ellos): Carlos Herrera y Gran Wyoming.
Carlos Herrera es licenciado en Medicina, aunque siempre ha estado ligado al mundo de la comunicación. De hecho es un conocido periodista (de familia le viene) que, a pesar de no haber formalizado su titulación, sí que el dilatado tiempo que lleva ejerciendo esta profesión le concede el cargo. No hay duda de sus dotes como comunicador.
En el caso del segundo, del Gran Gyoming, este sí que ejerció como médico, pero su vena farandulera le llevó hasta donde hoy le conocemos, como un gran comunicador, humorista y tertuliano que nos cuenta “la realidad” desde un punto de vista sarcástico, ácido y crítico.
Son casos de personas que no han necesitado de un título para ejercer, puesto que su facilidad innata les ha bastado. Sin embargo, hay quien no tiene esta facilidad, pero que la adquiere con formación y práctica. Para eso están todas las carraras, masters, cursos… relacionados con la comunicación, el periodismo, las redes sociales, publicidad, marketing, diseño, fotografía, expresión oral, expresión escrita… de las que salen muchos profesionales que llegan a ser tan buenos, o incluso mejores, que aquellos que no se han formado (aunque no lo hayan necesitado).
De manera que, si no estás entre estos dos grupos de personas y quieres aventurarte a comunicar, en cualquiera de sus facetas, piénsatelo dos veces. Una mala comunicación puede ser totalmente contraindicativa. “Un poner”, como diríamos en Granada, si tienes un negocio y quieres llevar redes o enviar comunicados de prensa y no sabes cómo hacerlo, puedes llegar a causar una sensación horrible en el posible cliente.
Si no tienes la formación adecuada y quieres obtener resultados positivos gracias a la comunicación, mejor te pones en manos de una agencia de comunicación, como la nuestra: Terceto Comunicación. Estamos especializados en comunicación 360º (servicio integral de comunicación), pero sea cual sea tu demanda, ponte en contactos con nosotros. No cuentes un mal chiste y pases de gracioso a desgraciado.