Verano, tres de la tarde. Has llegado hace un rato de trabajar y acabas de terminar de comerte ese salmorejo fresquito que te habías dejado preparado. Los párpados te empiezan a pesar tanto que cada vez oyes más lejos el ruido de la tele. Todo apunta a que te vas a echar un siestorro de los buenos, pero de repente suena tu móvil. Una extraña voz pregunta por ti, tiene un acento que pareces no ubicar, hasta que lo reconoces. ¡Es ese maldito operador que se ha empeñado en fastidiarte todas las siestas del año!
¿Por qué? ¿Por qué ahora? ¿Acaso le he dicho yo que me llame? Reconócelo. Te ha ocurrido más de una vez y lo último que se pasaría por tu cabeza sería pararte a contratar cualquier servicio con ellos, en ese preciso momento.
Exacto, este es un claro ejemplo de publicidad invasiva. Pues el Inbound Marketing es todo lo contrario. Trabaja con técnicas de marketing que no son nada intrusivas y forman parte del proceso de compra del usuario desde el comienzo hasta el final, acompañando a éste en todo momento. ¿Cómo? Detectando sus necesidades y haciéndose ver en todo el proceso.
Así es, es esa publicidad que te aparece justo en el momento que más la necesitas, esa que hace que vayas de cabeza hacia la página web que te dice. Esa que te pone en bandeja eso que estabas buscando, esa es la que se genera a partir del Inbound Marketing, generando contenido adecuado en el momento adecuado y apoyándose en uno de sus pilares fundamentales: las redes sociales.
El Inbound Marketing no deja de ser una forma de hacer marketing que genera una atracción en el consumidor, que al final va a ser la presa que intenta ser cazada por la página web en cuestión y cuya finalidad será la venta o, al menos, entrar a formar parte de esa base de datos que tanto valoran las empresas.
La tecnología nos pone todas estas posibilidades en bandeja, si tu eres esa empresa que busca aumentar el tráfico de su web, nosotros estamos aquí para ayudarte.