Si hace no tanto os contábamos cómo eran las zapatillas hechas con chicle, hoy os traemos unas zapatillas deliciosas, y es que cada vez está más en auge la unión de marcas que a priori no tienen nada que ver, pero que se unen para hacer productos tan molones como los que veréis a continuación. Y es que, ¿te has planteado alguna vez qué tendrían en común un amante de las galletas Oreo y un amante del running? ¿O qué saldría si unieras a Kinder Sorpresa con Nike?
Quizás sea una clara estrategia de estas marcas altas en calorías, una forma de enviar un mensaje sutil a los amantes de sus productos o la intención de colarse en la tendencia healthy que tan de moda está hoy en día. Lo que está claro, es que cuando la creatividad toma partido, el resultado puede ser sorprendente.
El porqué puede ser solo una excusa, lo que está claro es que Adidas aprovechó el Día Mundial de la Oreo (sí, ya hay días mundiales de cualquier cosa) para lanzar sus zapatillas de edición limitada inspiradas en esta famosa galleta. Un diseño en tonos grises que recuerdan la textura de estas inconfundibles y deliciosas galletas, con un packaging muy cuidado caracterizan éstas zapatillas.
Otro ejemplo de zapatillas deliciosas son las que la cadena Dunkin’ Donuts ha sacado en una actuación más de marketing de la empresa. Su propio modelo de zapatillas con motivo de la celebración de la famosa Maratón de Boston de este año, con la colaboración de la marca Saucony. Los colores corporativos de Dunkin’ Donuts predominan en el diseño de estas zapatillas, que se agotaron poco después de salir a la venta.
Por último, y para mí mis preferidas, las súper zapatillas Kinder de Nike. Un diseño clásico a partir de las Air Max 1 ¡que dan ganas de comérselo! Son la unión más clara y reconocible, seguro que si las vieras por la calle las reconocerías al instante.
Y tú, ¿con cuál te quedas?